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Nuestros niños y jóvenes viven en un mundo acelerado, ajetreado, lleno de distracciones, complejo y en constante cambio. Lamentablemente, se estima que hasta uno de cada cinco niños experimenta problemas de salud mental, como ansiedad y depresión.

Hoy en día, en Australia, tanto en preescolares, escuelas, hogares como en la comunidad, se presta gran atención a cómo apoyar de la mejor manera el bienestar positivo de los niños y jóvenes. El mindfulness ha surgido como una estrategia popular no solo para abordar problemas como la ansiedad y la depresión, sino también para prevenirlos por completo.

Seguramente habrás notado la creciente disponibilidad de «libros para colorear de mindfulness» en librerías y papelerías. El mindfulness se está convirtiendo rápidamente en una práctica «mainstream» en las escuelas y en la vida diaria de las personas.

¿Qué es el mindfulness?

El mindfulness se refiere a un estado de conciencia que implica «sintonizar» con el momento presente en lugar de «desconectarse» pensando en el pasado o preocupándose por el futuro. Originado en las tradiciones de meditación oriental, el mindfulness ahora es un lenguaje y práctica común en la psicología y educación occidental.

El mindfulness parte de la premisa de que nuestras mentes están constantemente ocupadas, enfocándose en pensamientos sobre asuntos ajenos a la experiencia inmediata o la actividad actual. En este estado, se crea un terreno fértil para la ansiedad y la depresión, y con frecuencia operamos en «piloto automático», realizando acciones con poca conciencia de lo que estamos haciendo.

Piensa en el trayecto hacia el trabajo. Durante ese tiempo, algunas personas pueden estar pensando constantemente en todas las tareas que necesitan completar ese día, o quizás en lo que sucedió el día anterior o esa misma mañana. El conductor llega al trabajo y apenas recuerda el trayecto. Había «desconectado» del momento presente, enfocándose en sus pensamientos internos recurrentes.

El mindfulness nos anima a enfocar intencionalmente nuestra atención en la experiencia que ocurre en el momento presente, de manera no crítica, en lugar del estado mental descrito anteriormente, donde la atención está centrada en otros lugares.

Las técnicas basadas en el mindfulness pueden incluir una variedad de métodos, desde prácticas formales de meditación hasta rutinas diarias. Una de las características atractivas del mindfulness es que se puede practicar y desarrollar mediante actividades cotidianas de manera «consciente». Por ejemplo, puedes caminar, bañarte, comer o conducir de manera consciente.

Aunque los métodos para practicar mindfulness pueden variar, los elementos esenciales comunes incluyen centrar tu atención directamente en la actividad; notar cuando tu atención se desvía hacia pensamientos o recuerdos, y regresar suavemente tu atención a la actividad. El mindfulness puede mejorar si notas las sensaciones de tu experiencia inmediata (o mientras realizas la actividad actual), como sonidos, vistas y olores. Mientras enfocas tu atención en la actividad presente, debes evitar la evaluación o la autocrítica2.

El mindfulness para niños y jóvenes es fácil de implementar; puede aplicarse en una amplia gama de contextos; es agradable y relativamente económico. Aunque hay muchas lecturas disponibles sobre cómo ser consciente, para obtener una comprensión sólida de la premisa y la habilidad, se recomienda experimentar de primera mano a través de clases, talleres o prácticas guiadas2.

Ser consciente es una habilidad que todos poseemos; sin embargo, necesitamos practicarla de manera regular e intencionada para cosechar sus beneficios. Enseñar a los niños y jóvenes a practicar desde temprano les ayudará a integrarlo en su vida adulta y a apoyar su bienestar a medida que maduren.

¿Cómo beneficia el mindfulness a los niños y jóvenes?

La popularidad del mindfulness ha crecido rápidamente. Sin embargo, este interés generalizado supera la profundidad de las pruebas que respaldan su efectividad3. Para determinar con certeza los beneficios exactos del mindfulness en niños y jóvenes, se necesitan más investigaciones con diseños de estudio sofisticados y sólidos. Afortunadamente, las investigaciones emergentes que evalúan el impacto del mindfulness en niños y jóvenes ofrecen hallazgos alentadores.

Las investigaciones sugieren que el mindfulness puede tener un impacto positivo en las habilidades académicas y el bienestar emocional de niños y jóvenes. Más específicamente, se ha demostrado que el mindfulness reduce la agresión, la depresión y mejora la aceptación entre compañeros[^4]; mejora el comportamiento en el aula y la atención, y reduce la ansiedad[^5]; y mejora la capacidad de los niños para autorregular emociones difíciles[^6]. Con la promesa de estos extensos beneficios, no es sorprendente que las escuelas estén interesadas en incorporar el mindfulness en el entorno de aprendizaje.

¿Cómo fomentar el mindfulness en casa y en la escuela?

Los padres y maestros desempeñan un papel crucial en el apoyo al bienestar de los niños y jóvenes, tanto para asistirlos cuando enfrentan emociones y experiencias difíciles, como para enseñarles habilidades que les ayuden a desarrollar resiliencia y mantener un bienestar positivo.

Para incorporar el mindfulness como estrategia para ayudar a los niños y jóvenes a desarrollar bienestar emocional, se recomienda que los padres y maestros adopten los siguientes enfoques:

Infórmate sobre el mindfulness

Leer sobre la premisa y la práctica del mindfulness será muy útil, pero asistir a una clase para experimentarlo de primera mano mejorará enormemente tu comprensión y, por ende, tu capacidad para ayudar a los niños y jóvenes.

Practica el mindfulness tú mismo

Esto es importante por dos razones:
a) Tu conocimiento profundo del mindfulness te permitirá ayudar a tus hijos/estudiantes a perfeccionar sus habilidades.
b) El bienestar emocional de tus hijos/estudiantes se refuerza cuando los padres y maestros experimentan bienestar emocional. No solo disfrutarás y te beneficiarás de tu propio bienestar, sino que tus hijos/estudiantes también se beneficiarán como resultado.

Incorpora el mindfulness en las rutinas diarias de los niños

Muchas aulas establecen una rutina donde practican mindfulness diariamente. Por ejemplo, los maestros pueden pedir a los estudiantes que participen en respiración consciente mientras escuchan audios de mindfulness al regresar del recreo. En casa, puedes practicar comer conscientemente en la mesa o incluso dar un paseo consciente por la playa juntos.

Educa a los niños en los principios del mindfulness

Esto promoverá la comprensión de cómo funciona su mente y cómo pueden usar el mindfulness en momentos de estrés o tristeza, más allá de usarlo solo cuando se sientan tranquilos. Es en estos momentos de necesidad cuando el mindfulness resulta más útil.

Practica la crianza o enseñanza consciente

El rol de padres y maestros es complejo y desafiante, y a menudo podemos encontrarnos en «piloto automático» al interactuar con los niños o estudiantes. La crianza o enseñanza consciente implica dar tu atención plena a la interacción actual. Aunque sabemos que con las múltiples demandas del tiempo y atención de padres y maestros esto no es posible todo el tiempo, lograr al menos una interacción consciente cada día reducirá tu propio estrés , fomentará una relación sólida con los niños importantes en tu vida y ellos cosecharán los beneficios emocionales.

Recursos útiles para el hogar o la escuela

  • Smiling Mind: Un programa gratuito basado en la web y una app desarrollada por psicólogos y educadores. Ofrece programas guiados de mindfulness para diferentes edades.
  • MindUP™: Diseñado para entregarse en aulas de primaria. Incluye 15 lecciones que enseñan a los estudiantes a autorregular su comportamiento y participar conscientemente en la concentración requerida para el éxito académico.
  • TED Talk: Andy PuddicombeAll it takes is 10 mindful minutes.