Si a tu peque le gustan las historias del mar y vive fascinado con los peces como yo cuando era niña, entonces no te pierdas este cuento que tiene un ejercicio Mindful incluido.
El cuento del pez y las burbujas de la calma
Este pez, al que llamaremos Pompi, tenía un don increíble: ¡podía crear burbujas de calma con su mente! Y lo mejor es que nosotros también podemos aprender a usar nuestra imaginación como él. ¿Queréis saber cómo? ¡Vamos a sumergirnos en esta aventura!
Pompi vivía en un arrecife lleno de corales que parecían castillos de cristal, rodeado de amigos como estrellas de mar, cangrejos bailarines y tortugas que contaban historias. Pero lo que más le gustaba a Pompi era nadar tranquilo y soñar despierto. Cada vez que cerraba los ojos y usaba su imaginación, algo maravilloso pasaba: pequeñas burbujas brillantes salían de su cabeza y flotaban a su alrededor.

Estas no eran burbujas normales, ¡no! Eran burbujas de calma. Cada una estaba llena de las cosas más bonitas que Pompi podía imaginar: un cielo lleno de estrellas, un jardín submarino con flores que brillaban como el sol, o incluso un barco pirata hecho de nubes.
Cuando Pompi se sentía inquieto o simplemente quería descansar, usaba su poder mágico de imaginar para crear esas burbujas. Al mirarlas, todo su cuerpo se relajaba, sus aletas se movían más despacio y su cola brillaba de felicidad.
Un día, una tortuga curiosa llamada Tina le preguntó:
—Pompi, ¿cómo haces esas burbujas tan bonitas?
Pompi sonrió y dijo:
—Es fácil, Tina. Solo cierro los ojos, respiro hondo y pienso en algo que me hace feliz. Mi imaginación hace el resto. ¡Es como un superpoder que todos tenemos!

Tina decidió probarlo. Cerró los ojos, respiró profundo y pensó en una playa llena de conchas brillantes. De repente, ¡puf! Una burbuja salió flotando frente a ella.
Dentro de la burbuja, podía ver esa playa como si estuviera allí. Tina se sintió tan tranquila y contenta que no paraba de reír.
La noticia del superpoder de Pompi se extendió por el océano. Pronto, los cangrejos imaginaban castillos de arena, las estrellas de mar soñaban con volar entre nubes, y hasta los delfines creaban burbujas llenas de saltos y piruetas. Todos descubrieron que imaginar cosas bonitas no solo era divertido, sino que también les ayudaba a sentirse más tranquilos y fuertes por dentro.
El poder de tu imaginación
¿Sabías que tú también tienes el mismo superpoder que Pompi? ¡Sí, es verdad! Tu imaginación es como un tesoro mágico que llevas contigo siempre. Cuando cierras los ojos y piensas en algo que te gusta —como un bosque encantado, un cohete volando al espacio o un río lleno de peces de colores—, puedes crear tus propias burbujas de calma. Esto se llama visualización, y es una forma especial de usar tu mente para sentirte bien y relajado.

Imagina esto: estás sentado en un lugar cómodo, respiras hondo y piensas en un sitio mágico. Puede ser una montaña con nieve que brilla, una playa con olas suaves o incluso un mundo donde los animales hablan. Mientras lo imaginas, tu cuerpo se relaja, tu respiración se hace más lenta y te sientes como si estuvieras dentro de tu propia burbuja de calma. ¡Es como viajar sin moverte!
Actividad para pequeños soñadores
¿Te animas a probarlo? Aquí tienes un juego fácil:
- Busca un lugar tranquilo y siéntate o acuéstate cómodamente.
- Cierra los ojos y respira hondo tres veces: inhala por la nariz y suelta el aire por la boca, como si soplaras una pompa de jabón.
- Imagina un lugar o una cosa que te encante. ¿Cómo se ve? ¿Qué colores tiene? ¿Qué suena?
- Mira cómo aparece una burbuja frente a ti con esa imagen dentro. Déjala flotar y disfruta de lo bonita que es.
Puedes hacerlo cuando quieras: antes de dormir, en un descanso o simplemente para divertirte. Cada vez que lo hagas, tu imaginación se hará más fuerte, y tus burbujas de calma serán aún más brillantes.
El regalo de Pompi para ti
Pompi, el pez de las burbujas, quiere que recuerdes algo: tu imaginación es un regalo mágico que puedes usar todos los días. No importa dónde estés, siempre puedes cerrar los ojos, respirar y crear un mundo lleno de maravillas. Así como Pompi encontraba paz en sus burbujas, tú también puedes encontrar alegría y calma con las tuyas.
Así que, pequeños soñadores, ¿qué vais a imaginar hoy? ¡Contadme en vuestra mente y dejad que vuestras burbujas de calma llenen el aire de colores y sonrisas!